Desde el Parque sobrevuela una ilusión. Nadie puede negar lo que esconden los últimos dos partidos de la temporada. Aunque se juega en Año Nuevo y representa para muchos, un cambio de planes y de vacaciones familiares. General Saavedra volverá a jugar una final y podrá sumar un trofeo más en su vitrina si logra sortear ésta serie definitoria del torneo Zonal.Félix Eduardo Antognoli, el “Pato”, reconoce el valor y el peso emotivo que implica llegar a ésta instancia. “Saavedra fue muy regular a lo largo del año. Con momentos muy buenos y otros no tan buenos; siempre estuvimos en el pelotón de arriba; con regularidad, le disputamos a Jorge Newbery la posibilidad de ser primeros en la zona”. Y reconoció que el punto de inflexión para el Parque resultó la regularidad y la efectividad expuesta en partidos claves. “Por eso estamos en la final. Queda un pasito más y ver cómo podemos hacer para cumplir éste sueño de todo un barrio, del club y de los jugadores que ponen día a día, su granito de arena”, destacó.
“Cuando llegué al club en agosto del año pasado. El ochenta por ciento del plantel ya estaba, yo sabía de su calidad porque han estado en grandes clubes. Son muchachos muy inteligentes; que saben lo que quieren y no hubo ningún inconveniente en adaptarnos unos a otros. Hay un gran compromiso y queremos llegar a algo lindo, que sería un título. En las charlas grupales siempre fui honesto en el sentido de no mentirle a nadie cuando juega o cuando no lo hace”.
Antognoli indicó que la ausencia de Huracán y de Newbery en una final, abre un panorama distinto para el fútbol local, un abanico necesario. “Todos esperaban eso, ambos habían ganado sus zonas pero después está el fútbol, hay clubes que intentan y querían llegar a donde hemos llegado nosotros. Estamos acostumbrados a que siempre sean los mismos. Huracán y Newbery juegan finales y ganan títulos pero ésta vez se rompió la hegemonía. La CAI siempre estuvo prendida aunque éste fue un año atípico y Petroquímica también”.
“Saavedra –dijo el entrenador- tiene un estilo que ya conocen los jugadores que conforman el plantel. Si llegamos hasta acá utilizándolo ¿para qué cambiar?Obviamente también hay que tener precaución, porque ellos tienen jugadores que van muy bien y que son muy directos, así es su juego y le ponen una intensidad basada en el físico por lo que hay que tener esa precaución. Yo no voy a cambiar el libreto, a ésta altura. Llegamos acá intentando ser protagonistas, tratando de salir jugando y de imponer lo nuestro. El otro día no lo pudimos hacer con Huracán, porque el estado del campo de juego no lo permitía”.
Antognoli asume la adrenalina profesional de entrenar a un finalista. “Es un momento lindo en lo que es la profesión. Me considero tocado por la varita mágica porque a ésta altura de la vida, el fútbol me da la posibilidad de jugar una final. A uno lo pone contento, con los pies sobre la tierra, tranquilo y viviendo el momento como lo puede estar viviendo el “Chaca” Bustos. No es fácil llegar a una final, con equipos de barrio, por más que estén reforzados como Saavedra. Es un momento lindo para cualquier persona que dirige un plantel”, finalizó.