Ariel López noqueado en un regreso que estuvo muy lejos

La inactividad es para los boxeadores, una especie de enemigo invisible. A los treinta años, Ariel Leonel López resignó más que su condición de invicto en la provincia de Córdoba. Iván Actis lo noqueó con un golpe al hígado y de éste modo, el “Morito” le puso fin a su operativo aguante y escuchó hasta […]

Redacción Mamba Sport

noviembre 1, 2025

La inactividad es para los boxeadores, una especie de enemigo invisible. A los treinta años, Ariel Leonel López resignó más que su condición de invicto en la provincia de Córdoba. Iván Actis lo noqueó con un golpe al hígado y de éste modo, el “Morito” le puso fin a su operativo aguante y escuchó hasta la cuenta del árbitro sabiendo que nada podía cambiar el destino.

El “Gringo” fue un rival imparable, por solidez ofensiva y sobre todo, por realidad. Desde el primer round, impusó el rigor de sus combinaciones y desde su ataque, desnudó las limitaciones de un López que pareció no encajar en pelea.

De arranque, sufrió en la confusión y ya lució inestable, incómodo frente al avance decidido de un Actis que lo tuvo siempre en la mira. El comodorense lució ahogado y vacilante en un asalto que lo plantó en la adversidad sin opciones de repunte.

López comenzó proponiendo castigo en el segundo y tuvo una ráfaga de aciertos que rápidamente se diluyó porque Actis revirtió a puro contragolpe y capitalizando los espacios que cedió el sureño. De nuevo el local terminó haciéndose sentir, buscando la oportunidad y la mano de cierre.En ningún momento, Ariel López logró rearmarse para jugar la heroica. Con la distancia a su favor, Actis volvió a castigar hasta arrinconar al comodorense y definir con una mano abajo, irreversible.

El regreso del “Morito” distó de ser el mejor. Expuso que el paso del tiempo es un factor inexorable y que el boxeo propone en una nueva realidad, una preparación más acorde y sostenida que permita explotar los recursos técnicos. López en éste aspecto, se mostró lejos del segundo nivel nacional y prácticamente no tuvo opciones ante un rival más joven y más fuerte que le consumió rápido su reserva aeróbica.

Más que quedarse en el pasado y sufrir el presente, se impone una postura inteligente. Dando ventajas, sin ritmo, ni el guanteo adecuados es prácticamente imposible. Una antítesis del boxeo de éstos tiempos.