El sufrimiento de los penales hace que el festejo tenga el sabor del desahogo. Y la Comisión de Actividades Infantiles llegó a la semifinal por una vía que no había podido resolver el año pasado. En el mismo arco, en el mismo Estadio Municipal ante otro rival “heavy”. En éste caso, Huracán le dio trabajo; lo primereó en el resultado y lo sacó durante varios pasajes del juego de su zona de confort. “Sabíamos que iba a ser así. Huracán es un equipo que juegan bien, que trajeron buenos refuerzos y un buen técnico. Sabíamos que iba a ser una serie muy pareja y podía pasar. Por suerte nos mentalizamos en eso, sabíamos a qué veníamos”, reconoció el volante Matías Valentín Ávila. “El año pasado perdimos con Newbery también por penales y por suerte ésta vez, mentalmente fuimos fuertes y supimos pasar”.
“El césped nos favorece pero no supimos aprovecharlo como nosotros quisiéramos. Hubo jugadas muy buenas que tuvimos, pero no supimos capitalizarlas. El sol igual pesaba y Huracán también juega. Por suerte nosotros lo supimos sacar adelante”. El volante que marcó uno de los puntos altos del equipo y contribuyó con los mejores momentos de juego, destacó que la CAI se haya reencontrado con el juego, apelando a un piso acorde. “Lo mejor que tuvimos fue el juego interno. La verdad que nos entendemos bastante bien por el medio. Quizás en ésta serie no se vio mucho porque ellos también juegan y en el primer partido por ahí nos incomodaron un poco y tuvimos que hacer un juego directo y no nos encontramos como nosotros quisiéramos. Por suerte pudimos sacar el partido adelante; lo supimos llevar y pudimos pasar”.
Hacia adelante aparece Boxing de Río Gallegos como una medida exigente para lo que vendrá y el torneo quizás con menos nombres “pesados” en relación a certámenes anteriores, parece proponer otro tipo de desafíos. Ni más, ni menos accesibles. Igualmente diferentes. “Son todos partidos y si bien por ahí se observa que los nombres son accesibles, nosotros no podemos confiarnos. Hay que jugar todos los partidos al cien porque si nos confiamos por ahí, podemos sufrir un traspié y nos puede costar sacarlo adelante”.
“Hay que seguir, disfrutar con la familia de éstos días de descanso porque los chicos tienen que ir a sus casas y disfrutar las fiestas para después volver más fuertes que nunca.“¿Si se habla internamente del ascenso?” respondió Ávila sin intermediarios. “En la calle siempre se habla y la dirigencia del club está preparada pero nosotros tenemos que trabajar humildes e ir partido tras partido, porque no nos podemos confiar. Ascenso es una palabra muy grande. Ojalá, Dios quiera que sí, se nos dé”.
