Imane Khelif es la protagonista de una de las mayores polémicas de los Juegos Olímpicos Paris 2024 hasta el momento.
La argelina fue habilitada por el Comité Olímpico Internacional para participar de la competencia de boxeo femenino pese a haber sido excluída del Mundial el año pasado por exceso de testosterona.
Hoy en su debut ganó su pelea en apenas 46 segundos ante la italiana Angela Carini, quien abandonó asegurando que «nunca me habían pegado tan fuerte».
“Subí al ring e intenté luchar. Quería ganar. Recibí dos golpes en la nariz y ya no respiraba, me dolía mucho, fui a ver al maestro Renzini y con madurez y valentía le dije basta”, expresó Carini según replicó el diario de su país La Gazzetta dello Sport. Un rato antes se había dirigido a su rincón, donde estaba ubicado su entrenador Emanuele Renzini, y había dicho: “Me dolió muchísimo, no quiero seguir”. Al bajar del cuadrilátero, se escuchó “no es justo” .
“No soy nadie para juzgar o tomar una decisión, si esta chica está aquí debe haber una razón. Luché y subí al ring a pesar de las miles de polémicas que había, no soy nadie para juzgar. Sentí golpes muy fuertes, recibí golpes, soy una luchadora y mi selección lo sabe, soy alguien que aún ante el dolor nunca se detiene. Si paré lo hice sólo por mi familia. ¿Fue un combate irregular? No soy nadie para juzgarlo”, planteó la peleadora italiana.
Tras la habilitación del COI, el portavoz del organismo Mark Adams habló sobre el tema: “Todos los que compiten en la categoría de mujeres lo hacen cumpliendo las reglas de elegibilidad de la competición. Son mujeres en sus pasaportes y queda establecido que se trata de mujeres. Estas deportistas han boxeado en numerosas ocasiones desde hace varios años. No acaban de llegar, boxearon en Tokio”, expresó.
Khelif enfrentará en la siguiente instancia, en cuartos de final, a la vencedora del duelo entre la húngara Luca Hámori y la australiana Marissa Williamson el próximo sábado.