San Lorenzo y Atlético Mineiro (BRA) se disputan en el Mineirao un boleto para los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Mientras el local triunfaba 1 a 0 con gol del argentino Rodrigo Battaglia, a los 80’ se produjo otro episodio violento más en tierra brasileña.
La Policía comenzó a reprimir a los poco más de mil hinchas del Cuervo que se acercaron a alentar a su equipo. Los argentinos recibieron palazos y gas lacrimógeno pese a estar en un lugar cerrado.
En la transmisión oficial del encuentro por la señal Fox Sports se hablaba de la presencia de hinchas heridos por la violencia de la policía brasileña, con varios antecedentes contra las aficiones visitantes en su país.
El partido se suspendió durante al menos seis minutos porque el gas lacrimógeno ingresó al terreno de juego y afectó a los jugadores.
Luego de que se recuperaran, el árbitro chileno continuó el partido ignorando lo ocurrido en la tribuna, que es moneda corriente en Brasil: hinchas de Boca, de la Selección Argentina y de Argentinos Juniors sufrieron maltrato similar en cuanto a agresiones de la Policía y habitantes brasileños apañados por las fuerzas de seguridad.
Por su parte, la CONMEBOL nunca tomó acciones concretas y se limitó solo a pedir “paz” cada vez que ocurrieron estos episodios.