Franco Domínguez es siempre una carta ganadora en Jorge Newbery. Rinde y se agranda en las difíciles. Es una figura que se convierte en desequilibrante y que cuando de clásicos se trata, parece llevar la casaca del “Lobo” pegaba en la piel. Un verdadero “sangre azul” que terminó el domingo, saltando con su gente, la que suele aplaudirlo desde la tribuna. “La sensación es muy buena y ganar un clásico en cualquier instancia o torneo, es algo lindo para sumar y darle un envión anímico al equipo. Muy contento por el triunfo; por los goles y porque sumamos un clásico más en casa”, asume después del 3-1 en el que tuvo una notoria influencia.
El “Flaco” derrocha despliegue; está siempre donde manda la acción. Generó el primero que anotó su cuñado Gadiel; se plantó desde el punto penal para el segundo grito y cuando el partido ya se moría y el rival, además de herido, tenía dos jugadores menos, gritó el tercero; con los brazos abiertos y la pelota, su socia fiel.“Newbery está en un proceso de crecimiento. Hay un equipo nuevo, un técnico nuevo y estamos en una etapa que seguramente llevará su tiempo, partido a partido tratando de mostrar las ideas que queremos tener de juego. Somos un equipo que tiene actitud y eso nunca lo negociamos. Por eso creo que vamos por buen camino”.
Mismo apellido, mismo despliegue y misma raíz mendocina: El producto es una sociedad que funciona dentro y fuera de la cancha. Y que parece hablar el mismo idioma, con el mismo acento. “Compartir con Gadiel es algo lindo que siempre habíamos charlado, hoy tenemos la posibilidad de jugarlo; disfrutando la oportunidad y también conociéndonos porque nunca habíamos compartido una cancha. Cada vez nos entendemos un poco más y lo iremos disfrutando. Es algo lindo que hoy nos permite el futbol”, describe el “Flaco” sobre su cuñado, llegado de General Alvear.
“Me siento muy bien. En cuanto a mí momento futbolístico creo que estoy en crecimiento, como parte de un nuevo armado”. Franco es un jugador que pocas veces desentona y que a pesar del desequilibrio individual que genera, es básicamente un futbolista que suma desde lo colectivo. “Me siento con mucha confianza sabiendo que se trabaja bien en la semana. Por ahí se hace mucho sacrificio al dejar a la familia y también al trabajo”.
“Me siento –dijo Domínguez- muy tranquilo con lo que hago e intento disfrutar los entrenamientos y los domingos lo más que se pueda porque ésto es corto y es pasajero. No sé si es mi mejor momento, pero sí me siento bien. Eso es lo más importante para uno como jugador”.
“Con Newbery queremos ir paso a paso, partido a partido para el objetivo que tenemos, que es el campeonato. Hay que ir cumpliendo metas a corto plazo, cumpliendo con los entrenamientos porque el trabajo nos tiene que llevar a lo que queremos. Es inevitable no pensar en fin de año, en un Regional y pensar en un equipo que llegue ya consolidado. El equipo seguirá creciendo. Queremos dejar al club lo más alto posible”.
El mejor cierre en el triunfo ante Huracán, el que permitió dejar atrás la derrota sufrida ate Saavedra y poner al “Lobo” en una ubicación inmejorable para pelear el liderazgo en la tabla ante la CAI se terminó en la tribuna, con los hinchas, un motor anímico que jugó su partido aparte. “Los hinchas nos hacen llegar mucho el cariño que sienten por uno y es lindo quedarse festejando con el público, que te pidan fotos o una firma. Es algo muy importante que con lo poco que uno puede hacer en la cancha, ellos nos brinden tanto cariño. Eso es algo único”, finalizó.
