Pasó casi un mes de la renuncia de Sansinena a su participación en el actual torneo Federal A y hoy se sigue hablando de si fue correcta o no la decisión que tomó el club de Cerri, que venía dando señales de su acuciante situación financiera mucho antes de que se ponga en marcha la temporada 2024.
Las bajas masivas, el paso de dos entrenadores que aseguran no haber cobrado lo que les correspondía, un sponsor (que supuestamente bancaba con los sueldos al cuerpo técnico y a una parte del plantel) que se bajó con el campeonato iniciado y las arcas reducidas a fojas cero por falta de gestión.
Al momento del retiro y de 11 encuentros disputados, solo habían quedado cinco jugadores en la plantilla. Poco por analizar a la hora de seguir en la tercera categoría de nuestro fútbol.
Por donde se la mire, la crisis financiera se tornó inmanejable. Algunos futbolistas fueron echados de los alojamientos en los que estaban por falta de pago y las bajas en el equipo se multiplicaban semana tras semana.
En lo deportivo, el albirrojo estaba último y había perdido a su cuerpo técnico original (encabezado por Marcelo Bonetto) y también al interino (con Mauro Brunelli de entrenador jefe).
Ante ese panorama, el adiós estaba a la vuelta de la esquina y no sorprendió a nadie. Crónica de una muerte anunciada: “Sansinena se fue del Federal A”.
A la institución solo le queda el certamen local. Para muchos es un volver a empezar, darle para adelante en lo que será, de ahora en más, la era post Larraburu (Dámaso, quien manejó el fútbol profesional del club a gusto y piacere desde 2014 en adelante).
Igualmente, el día después de la decisión, la vida en General Daniel Cerri siguió con su ritmo bucólico, como si Sansinena siguiera jugando el Federal o como si nunca hubiera participado.
“Larraburu manejaba todo, los contratos, los viajes y la logística del plantel del Federal, pero le cortaron el chorro de plata en la provincia y pasó lo que pasó. Debería haberse bajado hace tres años, no esperar a que el club llegara a esta situación. Eso sí, dejó un tendal”, afirman en la interna del “tripero”.
Dámaso formó parte del justicialismo, fue tres veces diputado y titular del Banco Provincia de Buenos Aires. Ahora es funcionario del gobierno de La Libertad Avanza que comanda Javier Milei.
En ese contexto, el dirigente fue elegido en abril para ser el nuevo intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, uno de los más importantes del país y de Sudamérica. La ausencia de Larraburu en General Cerri coincidió con el comienzo del fin para Sansinena.
Paralelamente al retiro de Sansinena, el Federal A transita por un mar de grises que salpican su credibilidad. El campeonato pasa desapercibido para el público futbolero acostumbrado a las grandes ligas y en algunas ciudades los streaming son libres y en otros tienen un cargo.
Esa invisibilidad juega a favor de comportamientos y resultados extraños que se presume existen a favor de empresas que lucran con este deporte a través del azar. Incluso varios equipos dependen de esas corporaciones para jugar y armar equipos.
Convengamos que ese tipo de coyuntura ya se vio en estos días cuando Deportivo Madryn, en la Primera Nacional, empezó a salir en los medios a partir de comportamientos extraños. Sin ese sponsoreo no habría jugado este año o habría seguido el mismo camino de Sansinena, habría detenido su marcha afrontando las severas consecuencias.
Por ejemplo, en Chaco, Sarmiento (otrora equipo del exgobernador Jorge Capitanich) transita un presente deportivo austero en el que incluso en los partidos que juega en Formosa o Misiones viaja el mismo día para economizar la noche de hotel. A pesar de contar con ayuda del Gobernador Zdero y Lotería Chaqueña, Chaco For Ever cuenta con otro standard en la provincia, pero Sarmiento recibe un mínimo aporte que solo alcanza para lo mínimo e indispensable.
En Santa Fe, conviven tres equipos en el Federal A: Unión de Sunchales, 9 de julio de Rafaela y Sportivo Las Parejas. En un proceso de afianzamiento y con el sueño de clasificar con los de arriba, 9 de julio transita su segunda temporada. El club está ordenado y su continuidad no reviste complicaciones. Unión de Sunchales, a principio de temporada, dudó con intervenir; e incluso se pensó que arrancaba y en la mitad claudicaba como Sansinena. Pero llegó a dar una mano al club Denis Stracqualursi y los números se estabilizaron.
En la Mesopotamia el panorama no es muy diferente. Gimnasia de Concepción del Uruguay no tiene chances de ir por la clasificación y sus números están maltrechos poniendo en duda su continuidad.
Ante una coyuntura económica donde las ciudades y las provincias han tenido que racionalizar sus recursos y sincerar sus finanzas, la divisional mostró sus falencias y su falta de unión ante problemas en común: “No hay plata”, y la tercera división del fútbol nacional lo sabe y lo padece.
Así no funciona el Federal A. Lo más preocupante es que los 37 elencos que quedan no han mostrado empatía ante este problema. La AFA o el Consejo Federal aporta casi 3 millones de pesos por equipo por mes, cuando un presupuesto bajo para bancar un equipo ronda los 20.000 dólares mensuales o 25 millones de pesos, ocho veces más.
El efecto Sansinena está en cada rincón del país. Pero en el medio de las problemáticas en común, el gerenciamiento aparece a veces como una solución y en otras como un problema