Las historia del fútbol está plaga de historias y leyendas que vinculan al deporte rey con la religión y algunas merecen ser recordadas estos días. Cuando los futbolistas hacen un gol suelen mirar al cielo, se arrodillan y abren los brazos – al mas puro estilo Jude Bellingham- como si fueran los elegidos. También se les ve hacer al señal de la cruz o rezar mientras saltan al terreno de juego. La comunión con sus aficionados es casi mística y a veces sus triunfos o remontadas imposibles son solo cuestión de fe. El fútbol es en definitiva una religión llena creencias y de dioses donde el balón discurre entre lo humano y lo divino.
Estamos en plena Semana Santa, tiempo de fe y recogimiento. Unas creencias que para algunos traspasa un simple período de tiempo para convertirse en toda una vida. Estos futbolistas conocen a la perfección lo que es estar en la élite, saborear triunfos, ganar mundiales y ser reconocidos por la afición. Pero también que la fe puede ser clave en sus vidas y en sus carreras y por eso no dudan en grabar su fervor en su piel.
El fútbol es mucho más que un deporte, es un estilo de vida, una pasión y, para muchos, incluso, una religión. Por ello, no es extraño que las máximas estrellas del balompié mundial se encomienden a sus dioses e incluso decidan incluirlos entre sus tatuajes.
David Beckham
El ex futbolista y propietario del Inter de Miami lleva varios tatuajes religiosos en su cuerpo.
En el brazo izquierdo luce una iconografía religiosa: un intrincado tatuaje de tres querubines levantando a Jesús de su tumba. En un vídeo de Facebook, Beckham explicó que el tatuaje es «Jesús siendo llevado por tres querubines y, obviamente, los querubines son niños. Mi idea es que, en algún momento, mis hijos van a tener que cuidar de mí y eso es lo que están haciendo en la imagen».

Detenido por llevar a Jesucristo
Si embargo, el fervor a veces puede jugar malas pasadas. En 2011, el colombiano Juan Pablo Pino, que por entonces jugaba en la liga de Arabia Saudí, fue detenido por la policía moral del conservador reino árabe, por exhibir en público sus tatuajes con motivos religiosos. El incidente tuvo lugar cuando el jugador paseaba por un centro comercial en Riad junto a su mujer, vestido con una camiseta sin mangas que mostraba símbolos religiosos cristianos, como el rostro de Jesús de Nazaret, que tenía tatuado en sus brazos.

La imagen del tatuaje provocó la indignación de varios clientes del lugar, que comenzaron a insultarle y atrajeron la atención de la policía moral, que se encarga de que los ciudadanos cumplan las estrictas reglas de conducta que rigen en el reino saudí. Los agentes detuvieron al jugador que militaba en el club Al Nasr, que tuvo que encargarse de solucionar el problema con la policía.