Fue insólito lo que se vivió en la primera fecha del fútbol de los Juegos Olímpicos entre la Argentina y Marruecos. Después de un final escandaloso que incluyó 15 minutos de adición y agresión a los jugadores argentinos tras el gol de Medina que le daba el empate al equipo de Mascherano, el árbitro ordenó a los jugadores que regresaran al campo.
Después de revisar la jugada en el VAR, el sueco Glenn Nyberg anuló el tanto del empate y se jugaron tres minutos más que no le alcanzaron a los capitaneados por Nicolás Otamendi para marcar (otra vez) la igualdad.