LA EXCUSA PERFECTA

La suspensión del fútbol local debido a la falta de ideas para resolver el tema de hechos de violencia, expone la realidad que vive ese deporte. Desde algún sector del "periodismo militante" se manotea la frase "es culpa de la situación socioeconómica" y eso les sirve a los que deben tener las soluciones, para escudarse en esa frase no cierta.

Ricardo Scazzino

agosto 1, 2024

Por mas que se repita una mentira no se convierte en realidad.

La «situación socioeconómica» también incluye a los restantes deportes que se practican en la ciudad y sus protagonistas. Pero en todos esas actividades deportivas que se practican con árbitros, no se tiene conocimiento de agresiones a los que tienen a su cargo hacer cumplir los Reglamentos.

En el basquetbol, rugby, handball, voley, por ej; las penas son durísimas si algún jugador, técnico o espectador tiene conductas censurables para con los árbitros.

A los protagonistas de los demás deportes no se le ocurre agredir al árbitro. Saben de las penas pero también saben desde el primer dia que llegan a esos deportes que «las decisiones de los árbitros se respetan por mas que no te gusten». Se educa a los niños y a los padres desde el inicio.

Es triste ver en las redes sociales a futbolistas, técnicos, dirigentes locales, justificando las agresiones y advirtiendo que van a seguir con esas conductas si no les gusta el arbitraje.

Si eso sucede en otros deportes, ya hay sanciones por el uso de las redes sociales para incitar a la violencia.

Los árbitros también adhieren al tan mentado tema de la «situación socioeconómica» y declaran sin filtro que «la gente está alterada y van a la cancha a descargar emociones».

Entonces otra vez surge la comparación si en el resto de los deportes no están alterados.

Es momento de sinceramiento total. Deben cambiarse las estructuras desde cero. 

No se debe permitir y menos patrocinar desde el Estado Municipal, torneos competitivos de fútbol  antes de las 12 años. La competición debe ser para el inicio de la preadolescencia. Antes debe ser recreativo y educativo. Como es en los demás deportes.

Es urgente que sea obligatorio-como en los demás deportes-la capacitación de aquellos que orientan a niños en la búsqueda de socializar a través del deporte.

Hay que educar a los padres como se hace en los demás deporte de lo que significa el comportamiento durante los encuentros.

Se debe castigar severamente a aquellos que frente a un micrófono sueltan esa frase que lastima a todos «el que paga una entrada tiene derecho a insultar». Otros deportes lo han desterrado a eso, no solo con penas si no también desde las convicciones.

Cuando se dice «la responsabilidad es de todos» lo que se quiere decir «no es culpa de nadie». Y no es asi. Hay responsables. Pero si se acepta la convivencia con esos responsables, es imposible cambiar.

Si se pregona el famoso Derecho de Admisión hay que cumplirlo. Es de una hipocresía enorme decir que no se permitirá ingresar a los que no se portaron bien y después aparecen esos violentos sentados en la tribuna junto a los que firmaron que no ingresarían.

Hubo agresiones por parte de adultos a nenes deportistas. Hubo gente grande que arrojó agua caliente a niños que festejaban un triunfo. No pasó nada con esos actos criminales.

Los que eligieron ser dirigentes y deben tomar decisiones, tienen la posibilidad histórica de cambiar para siempre la triste realidad.

Para eso hay que preguntar a los que saben, a los que estudiaron para compartir conocimientos sobre como erradicar a los violentos.

Se puede. Se debe.