Entre las sidras y el pan dulce, con la reposición de la mesa dulce del 31 hay muchos nuevos deseos futbolísticos al pie del Arbolito. “Es raro jugar una semi dos días después de una Navidad y mucho más, jugar una final después de Año Nuevo. Es el último pasito, los últimos dos partidos, ojalá que esas cosas se puedan ver y corregir. Quizás falta organización y es cuestión de sentarse, ver lo que se hizo mal para no volver a repetirlo y que piensen en el deportista comodorense y se los respete para que podamos crecer”, sentencia Ezequiel Llesona, líder defensivo de General Saavedra.
“Llegamos a la final porque nunca bajamos los brazos y entrenamos para dejar bien parado al club. Arrancamos el Zonal y ahora jugaremos una final y es muy gratificante”. Y reconoce que la virtud del Parque es “el equipo”, un punto fuerte que se ve desde adentro. “En un plantel se necesita que todas las líneas estén bien y tuvimos un poco de todo, desde los que entrábamos como titulares hasta los que les tocaba estar en el banco y entrar. Somos un equipo que no es largo pero en el que todos tiramos para el mismo lado. Tratamos de dejar todo para que al club le vaya bien”.

Desde su experiencia, “Huevo” asume que la clasificación del Deportivo Sarmiento no es producto de la casualidad. “No me sorprendió para nada que el Deportivo Sarmiento haya pasado. El “Chaca” Bustos es un técnico que sabe lo que quiere y lo que pretende de sus jugadores y no me sorprendió para nada. Fue muy meritorio, sacó al equipo de una zona jodida, estaba en Promoción y hoy lo terminó metiendo en una final”, admitió.
“Las finales son todas difíciles y serán dos partidos complicados y muy duros. Ellos de local son fuertes y muy aguerridos y nosotros también. Serán partidos lindos y disputados. Quien haga mejor las cosas, será quien salga victorioso”.
Llesona le da a la definición del Zonal, el valor que debe tener. Y no mira más allá. “Sinceramente, no pensamos en el Federal. Fuímos siempre día a día, tratando de lograr lo que queríamos, jugar una final por el club, la gente y por nosotros. No pensamos en la motivación de jugar otro torneo y nos abocamos en poder lograr victorias para que se dé la posibilidad de disputar una final local”.
“Uno ya está más grande, tiene sus años y disfruta que en un club de barrio, recién ascendido pueda estar jugando una final. Era lo que queríamos y luchamos para lograrlo. Es especial porque es lo que nos habíamos propuesto” dijo el ex Huracán y CAI quien irá por más, en otra vidriera que pretende hacer historia y volver a reencontrarse con una vuelta olímpica.