El partido que comenzó parejo, tuvo su momento crucial en la primera mitad, cuando Lucas Lavagnino, arquero de River, atajó un penal ejecutado por Simón Pérez. Esta atajada permitió que el marcador permaneciera en cero hasta el inicio del segundo tiempo, dándole al equipo de Marcelo Escudero la tranquilidad necesaria para golpear en el momento justo.
Todo cambió en el complemento, cuando Subiabre, demostrando su olfato goleador y técnica, aprovechó un gran desborde de Tiago Serrago para empujar el balón al fondo de la red. Este tanto fue trascendental en el encuentro, marcando el quiebre necesario para favorecer al “Millonario”.
Minutos después, Tobías «Toto» Leiva aumentó la ventaja para los riverplatenses, con un potente remate desde fuera del área que se clavó en el ángulo. San Lorenzo logró descontar con un gol de Branco Salinardi, generando tensión en los minutos finales. Sin embargo, River supo mantener la ventaja y celebró un título que no conseguía desde hace diez años.
El aporte de Ian Subiabre no solo fue clave en el marcador, sino también en la confianza que transmitió al equipo. El delantero nacido en Comodoro Rivadavia sigue creciendo en su carrera y demostrándose como una promesa del fútbol argentino.