Desde una lupa más fina, Nicolás Segura, uno de los responsables técnicos de la Comisión de Actividades Infantiles disfruta de un presente que parece no detenerse acá. Con el equipo en alza, los intérpretes correctos y plantado en las semifinales de un torneo que ahora se mira desde otra perspectiva, entiende que buena parte de la tarea está hecha. “Después del empate en Huracán hubo una sensación como que el equipo acá en el estadio iba a ser muy superior”, reconoció Segura quien junto a Andrés Silvera mueve los hilos del Azzurro.
“Con un terreno bueno, tenemos cosas interesantes y creo que fuimos superiores en algún aspecto con respecto al rival. Después de noventa minutos de una serie dificilísima; se sentía en el primer tiempo se vio que sobre los 10 a 15 minutos empezamos a jugar un poco mejor, empezaron a aparecer los espacios y lo que nosotros sabíamos que iba a aparecer. No convertimos y Huracán a la vuelta nos hace un gol y nos vamos al vestuario con una sensación de amargura pero que el partido estaba bien así”.
“No hay cosas raras, esto es fútbol y hay cosas que no hay que buscarle explicación está así. Seguimos tratando de juntar pases y gracias a Dios, a los 50 segundos lo empatamos. Ahí yo creí que el equipo iba a ir con lo mismo del primer tiempo y que íbamos a lograr el triunfo pero el partido se ensució y no pudimos seguir en la misma sintonía. Terminó más friccionado que jugado”.
Segura reconoció el proceso de crecimiento futbolístico expuesto por su equipo y asume que los buenos pasajes, tienen sustento en futbolistas de buen pie que entendieron cuál era el mensaje que se bajaba desde el cuerpo técnico. “El equipo mostró por momentos muy buen fútbol y aparte es un equipo recontra sacrificado. Llegamos a ésta instancia sin perder partidos y solo con dos goles en contra que nos hizo Huracán en ésta serie”.
Destacó la firmeza defensiva del equipo como la principal virtud y el punto de apoyo para el resto de la estructura. “A partir de esto; viene todo lo otro y cada vez que hacemos un gol es para ganar o para empatar un partido pero siempre la firmeza no sólo de la defensa, sino del bloqueo defensivo hace que los defensores también tengan aire y lo jueguen relajados”.
Sin mirar el horizonte tan lejano, siendo realista y tratando de disfrutar el “paso a paso” sin acomplejarse, Nicolás Segura asume que la CAI deberá seguir subiendo de a uno los escalones. “Esto es llave a llave, el equipo va creciendo y ahora estamos en una semifinal donde nadie nos puede quitar la ilusión. Somos un equipo competitivo y creo que pasamos una de las llaves más complejas de este campeonato. Pasar la zona de Comodoro ya te pone a jugar con equipos de la misma instancia que las finales que a éste nivel seguirán hasta el final. Tenemos la ilusión de seguir, intentaremos avanzar con el respeto y la seriedad que merece todo”.
Finalmente dejó el mensaje final para los jugadores a pocas horas de viajar hacia sus lugares de origen para pasar las fiestas de fin de año. “Que disfruten, lograron algo que merecían por lo que entrenan y por lo que hacen. Una de las virtudes que tiene éste equipo es el grupo humano. Parece una frase hecha pero yo estoy convencido que es así porque a las situaciones malas se las saca adelante con buena gente y en las buenas, todo se potencia. Ahora todos juntos estamos peleando para sacar al equipo de la zona de descenso en la Liga local y no dudo en que lo vamos a hacer. El receso es terriblemente necesario. No es lo mejor parar tantos días pero los jugadores necesitan recargar energía, ver a sus familia y sus hijos. A veces estar con los afectos es mucho mejor que estar corriendo alrededor de una cancha”, finalizó.