UNA CIUDAD REVOLUCIONADA: SARMIENTO Y UNA MOVILIZACIÓN POPULAR HISTÓRICA

Más de mil sarmientinos viajaron para acompañar al ‘Depo’ en una jornada en la que deslumbraron a los comodorenses.

Redacción Mamba Sport

enero 13, 2025

El 15 de septiembre finalizaba el Torneo Apertura A y Sarmiento miraba muy preocupado la tabla. En la fecha 22 perdía de local con Rada Tilly y se estacionaba en el último puesto habiendo sumado apenas 16 puntos en todo el certamen.

El objetivo para el Torneo Zonal era obvio: Sarmiento tenía que pelear por mantener la categoría. Lo iba a hacer bancando al cuerpo técnico y sumando un par de nombres que llegaban para dar una mano. El mayor deseo era escaparle al descenso directo en un mano a mano con Portugués y pelear con USMA y Rada Tilly para no jugar la promoción.

Cuatro meses después, el ‘Depo’ se encontró con un escenario que ni el más optimista imaginaba, pero que los más luchadores soñaron. No solo logró mantener la categoría, sino que también su avanzada le permitió clasificar a una semifinal donde le esperaba el rival más duro de todos.

“Sarmiento épico” tituló Mamba Sport esa jornada en la que el Rojo eliminó al tricampeón Newbery en su cancha. No hubo dudas, el 3 a 1 fue justificado con el juego y el lugar en la final era una realidad.

Kevin Blackie, referente e histórico del Depo, celebrando uno de los goles de Sarmiento en la Madriguera. Imagen: @faby.ohotoss

UNA CIUDAD REVOLUCIONADA

El equipo de Gabriel ‘Chaca’ Bustos no tuvo tiempo para asimilar lo que había logrado y lo que tenía por delante, pero eso no se notó. Apenas comenzado el 2025, recibió a Saavedra en un Pampa Zaldúa colmado que se tiñó de rojo y blanco en un recibimiento histórico. Para completar la fiesta, se impuso con gol de Renzo Baiz (con ayuda de Bruno Elorrieta, pero ¿quién le quita lo bailado al pibe de 17 años?).

Renzo Baiz tuvo su tarde soñada. Con solo 17 años, fue clave para la victoria del ‘Depo’ ingresando desde el banco. Imagen: @faby.photoss

La esperanza se alimentó de una ilusión concreta, en un escenario que lo encontraba en ventaja de cara a la vuelta y con el sueño de repetir aquel campeonato de 1996. Así viajó Deportivo Sarmiento a Comodoro, con un plantel conformado por 18 jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y un par de acompañantes más: aproximadamente mil y pico de acompañantes más.

Para dimensionar lo hecho por los vecinos del oeste hay que tener en cuenta que es una localidad con 14 mil habitantes. Es decir, uno de cada 14 sarmientinos se vino hasta Comodoro para ver la final.

No hay dos camisetas iguales: hinchas de todas las edades y épocas llegaron al Estadio Municipal para alentar al Rojo. Imagen: Matías Broca para Mamba Sport

La cantidad no es lo mismo que la calidad. Así lo entendieron también. La cabecera que da al hotel deportivo estaba plagada de camisetas de distintos diseños y años, pero siempre rojiblancas.

Al momento de recibir al equipo, los hinchas neutrales, periodistas y televidentes hicieron silencio y se maravillaron con el color y las voces que al unísono cantaban “Depo, mi buen amigo”.

Dos periodistas de vastísima experiencia en el deporte de la ciudad lo describieron a la perfección: “Nunca vi que un equipo visitante tuviera este recibimiento aquí en Comodoro Rivadavia. Sarmiento está realmente loco” narraba impresionado el colega Alejandro Carrizo en la transmisión de GOAT Producciones. “Apoteótico”, sumó el ‘Gallego’ López, refiriéndose de forma elegante a la manifestación con gran entusiasmo que expuso la gente del Depo.

No hubo, al menos en la historia reciente, un equipo de otra ciudad que haya llevado a cabo una movilización popular como la de Sarmiento para este partido. Tampoco una que se hiciera oír y ver tanto, pero eso ya es subjetivo.

LA HISTORIA EN EL PRESENTE

Semejante escenario con miles de personas en las tribunas, ruido, color y otros tantos futboleros prendidos a las transmisiones de streaming podría impresionar a cualquiera. Pero este Sarmiento no entendió de contextos.

Tanto la ida como la vuelta parecieron ser la continuidad de la serie contra Newbery, donde plantaron cara al último campeón y lo sacaron jugando al fútbol y yendo al frente.

Lo mismo intentó plasmar el ‘Chaca’ Bustos en la serie final. La historia del ‘Depo’ marca que la actitud y el esfuerzo no se negocian. Sumando el orden táctico y jugadores con un sentido de pertenencia admirable, lograron mucho más de lo que quizás podían proyectar.

‘Chaca’ Bustos, uno de los máximos artífices de este campañón del ‘Depo’. Imagen: @faby.photoss

No alcanzó para el campeonato, porque en frente tuvo un equipo con la misma ambición y algo más de experiencia en esto de los penales.

Pero lo que es cierto es que ganaron el respeto del fútbol comodorense en cancha y en las tribunas, logro que no depende de un resultado, sino más bien de enaltecer la identidad de un equipo que hizo sentir orgulloso a una ciudad entera.